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Artrosis

La artrosis es el desgaste del cartílago articular. Las causas de la artrosis son primarias o secundarias. Primarias cuando aparece la patología sin causa aparente por degeneración por envejecimiento; secundarias debido a causas traumáticas por lesiones directas en el cartílago o a enfermedades metabólicas como la artritis reumatoide. La degenerativa es llamada, OSTEOARTROSIS. Es una enfermedad que aparece en la quinta o sexta década de la vida.

El diagnóstico se hace por historia clínica y examen físico. Se confirma con las radiografías que se deben tomar con apoyo del pié. La resonancia magnética de rodilla NO la recomiendo a no ser que haya síntomas de bloqueos articulares y piense en hay una lesión meniscal importante o en un cuerpo libre articular. Siempre serán de mayor utilidad las radiografías simples.

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¿Qué hacer?

Si tienes artrosis, lo primero es consultar a un médico especialista, quien determinará el tratamiento adecuado. Para controlar el dolor y la inflamación, se pueden usar medicamentos o infiltraciones de ácido hialurónico. La fisioterapia es clave para fortalecer los músculos y mejorar la movilidad de la articulación afectada. Mantener un peso saludable y realizar ejercicio de bajo impacto también ayuda a reducir la carga en las articulaciones.

En casos graves, cuando los tratamientos no son efectivos, puede ser necesario recurrir a procedimientos quirúrgicos como la artroscopia o el reemplazo articular.

El tratamiento de la artrosis tiene que ser MULTIMODAL. Eso quiere decir que debemos hacer muchas cosas para lograr el efecto terapéutico deseado. La medida más importante es la disminución de peso. Hacer fisioterapia para mejorar los rangos de movilidad articular, fortalecimiento muscular con isométricos y mejorar la flexibilidad. Usar suplementos nutricionales de colágeno hidrolizado, bio reguladores, analgésicos y manejo con orto biológicos como exosomasácido hialurónico. Debes consultar para poder establecer un tratamiento individualizado.

En casos más avanzados, se puede recurrir a opciones quirúrgicas, como la artroscopia, que permite limpiar la articulación de fragmentos dañados, o el reemplazo articular, que implica la colocación de una prótesis en la rodilla o cadera.

En los tratamientos conservadores, los medicamentos pueden causar efectos secundarios como úlceras gástricas o problemas renales si se usan en exceso. Las infiltraciones pueden provocar infecciones o reacciones alérgicas, mientras que la fisioterapia mal dirigida podría empeorar los síntomas.

En tratamientos quirúrgicos, como la artroscopia, existe el riesgo de infección, sangrado o daño a otras estructuras articulares. En el caso del reemplazo articular, las complicaciones incluyen infecciones, dislocación de la prótesis, coágulos sanguíneos, rigidez articular o desgaste prematuro de la prótesis.


Es fundamental seguir un tratamiento adecuado bajo supervisión médica para reducir estos riesgos y controlar la progresión de la artrosis.

Si tienes alguna pregunta o inquietud sobre esta patología, no dudes en contactarnos para una consulta personalizada. ¡Estamos aquí para ayudarte en cada paso de tu recuperación!

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