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Cartílago Articular
El cartílago articular (hialino) protege los huesos y permite un movimiento suave en las articulaciones. A diferencia de otros tejidos, no se regenera fácilmente, por lo que sus lesiones —comunes en deportistas— pueden ser graves.
Estas lesiones pueden deberse a traumatismos o enfermedades como la artrosis u osteocondritis disecante. Existen técnicas quirúrgicas que buscan reemplazar el cartílago dañado con fibrocartílago, un tejido que ayuda a restaurar parte de la función perdida.
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¿Qué hacer?
Durante la artroscopia, se evalúa el daño del cartílago y se clasifica así:
- Grado I: Cartílago blando, sin tratamiento necesario.
- Grado II: Fisuras superficiales, se puede alisar con radiofrecuencia.
- Grado III: Fisuras más profundas, se tratan para mejorar la superficie.
- Grado IV: Lesiones graves donde se ve el hueso. Requieren más cuidado.
Existen varias técnicas quirúrgicas para tratar estas lesiones como son:
- Condroplastias de abrasión
- Perforaciones subcondrales
- Microfracturas subcondrales
- Injertos osteocondrales
- Aloinjertos osteocondrales
- Cultivos de condrocitos
- Mallas de colágeno o ácido hialurónico
La condroplastia de abrasión consiste en raspar el hueso subcondral con un instrumento llamado Shaver (afeitador) para producir sangrado.
Existen dos técnicas comunes para estimular la reparación del cartílago dañado:
- Perforaciones subcondrales: Se realizan canales en el hueso con un clavo motorizado para provocar sangrado. Esto forma un coágulo que cicatriza como fibrocartílago.
- Microfracturas: Similar a las perforaciones, pero se hacen con un clavo romo y un martillo. Se considera una técnica más efectiva, ya que también estimula la formación de fibrocartílago.
El cartílago al ser una estructura no vascularizada como el meniscos, requiere del uso de tratamiento con orto biológicos con exosomas y ácido hialurónico. Los iniciamos 1 mes desde la cirugía cuando la rodilla esté desinflamada.

La recuperación comienza desde el día siguiente a la cirugía, con foco en:
- Controlar el dolor y la inflamación.
- Recuperar la movilidad total de la rodilla.
Se debe evitar apoyar la pierna operada durante 8 a 12 semanas, para permitir que el coágulo se transforme adecuadamente en fibrocartílago.
Se suele complementar con:
- Colágeno hidrolizado oral desde el día siguiente.
- Ácido hialurónico
Si tienes alguna pregunta o inquietud sobre esta patología, no dudes en contactarnos para una consulta personalizada. ¡Estamos aquí para ayudarte en cada paso de tu recuperación!
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